Capitulo 9: La Abuela Y El Mafioso

La calefacción estaba muy fuerte en la habitación, la ropa se me pegaba de manera desagradable y el cuello de la camiseta parecía querer estrangularme. Daemon no parecía tener mejor aspecto. Bueno, normal, estábamos en una comisaría.
La jefa , una chica sorprendentemente joven, de pelo marrón miel y ojos castaños, paseaba por el despacho, divertida por la situación, aunque seria.
-Bueno...así que vienen a pagar la fianza de su....abuela-
Si, exacto, MI ABUELA estaba encerrada en las celdas de la comisaría, y me había llamado para que la sacara.

~UNAS HORAS ANTES~

Un lamborllini blanco perla recorría a toda velocidad las heladas calles de la ciudad, varios coches de policía lo perseguía con las luces encendidas y sus sirenas cortando el aire.
Con un rápido y brusco movimiento del volante, el deportivo tomó una curva cerrada, levantando la nieve acumulada en las aceras,las ruedas chirriaron sobre el asfalto, los coches de policía imitaron la maniobra, rozando una de las farolas que,enhiestas, contemplaban la persecución. Metiendo sexta, el coche se embaló por una de las calles principales, como una bala blanca, los coches patrulla se esforzaban por seguir el ritmo.
Un  frenazo, y el deportivo cambió de rumbo dirigiéndose a las afueras, las luces de neón azules que llevaba el coche dejaban dibujos en el aire debido a la velocidad.
La persecución continuó durante media hora más a un ritmo trepidante, hasta que finalmente, con un ultimo volantazo, el lamborllini se deslizó sobre las placas de hielo de la carretera y quedó atascado en la nieve.
 Los agentes de policía rodearon el coche y sacaron sus armas,
-Salgan del coche con las manos en alto y no hagan movimientos bruscos- dijo el jefe de escuadrón, Albert.
En todos sus años como agente de patrulla, nunca había tenido lugar un hecho como aquél.Su sorpresa fue aun mayor cuando se pusieron a la vista los ocupantes del coche: CUATRO SEÑORAS DE 70 Y PICO AÑOS. 
-Buenas noches agentes- saludó una de ellas- Espero que nuestra pequeña aventura no haya causado muchos problemas, una se aburre mucho a esta edad-
Fue en ese momento cuando Albert Brunno, quien odiaba los viajes, decidió que unas vacaciones en crucero serían lo mejor para su salud mental.

~DE VUELTA EN LA COMISARIA~
Al parecer, mi abuela y unas amigas, cansadas de las aburridas noches de bingo y cartas, habían pensado que una carrera ilegal, en un coche de alta gama, robado, sería lo mejor para matar el aburrimiento.
Cuando recibí la llamada me encontraba en el salón de casa, sentada en el sofá con Daemon mientras veíamos una película.La tensión sexual estaba alcanzando su punto álgido justo cuando sonó el teléfono.
Es tan típico que duele.
Así pues, acabé en el despacho de la Jefa de Comisaría(la chica se llamaba May) junto con Daemon y pasando uno de los momentos más bochornosos de mi vida ( o casi )
-Solo familiares pueden entrar- repitió la Jefa May, mirándonos fijamente.Solo quedaba un recurso para este caso.Miré brevemente a Daemon y....
-Lo se, él es mi novio, eso cuenta ¿no?-
Silencio absoluto. MIERDA.
-¿Es eso cierto?- preguntó con escepticismo la Jefa,¿por que me meto en estos líos? Aish...
-Por supuesto- respondió Daemon, y sin avisarme, se quitó la bufanda y me besó. Fue un beso corto y rápido.No había nada de especial en él. Adiós a mi primer beso.Lo más irónico es que ha sido robado en una comisaría.
Ah, si, estoy aquí por mi abuela, vuelve a la tierra Ciel.
-P-Pues eso-
Mi inteligente y magnifica aclaración trajo una sonrisa a los labios de la Jefa.
-Era una broma,pero eso a sido interesante- riéndose, nos abrió la puerta y nos condujo hasta las celdas.
Espera....¿¿¿¿¿QUE??????
Daemon estallo en carcajadas.
Me había vuelto loca. Definitivamente.Todo había dejado de tener sentido en el momento en el que me habían dicho que mi abuela había robado y conducido un deportivo.

Llegamos las celdas, y en ese momento, fue cuando decidí que, efectivamente, estaba teniendo alucinaciones.
Mi abuela se encontraba sentada en una mesa, bebiendo té, y charlando animadamente con un mafioso. El hombre tenía el tamaño de un armario de 4 x 4 x 4, la cabeza rapada y tatuada con frases en ruso y dibujos que no alcanzaba a ver bien, y unas feas cicatrices le marcaban la mejilla.No solo eso, su aspecto se completaba con  unas gafa de medialuna(con su correspondiente cordoncito alrrededor del cuello) un traje de chaqueta de aspecto muy caro, y un meñique estirado y elegante mientras levantaba la taza de té.
-¡Cariño! ¡Ya has llegado!- me saludó mi abuela con una sonrisa. Algo no encaja en todo esto.-Mira, te presento a Yatoslaf-
-Buenas noches joven dama y caballero- su voz era fuerte y tenía un marcado acento ruso- Soy Yatoslaf Dimitri Polafnokoski, es todo un honor conocer a los descendientes de la Señora Abigail-
-U-Un placer- respondí mas rígida que un palo. Daemon, a mi lado, abría y cerraba la boca como un pez.
Oh si. Daemon me había besado.BESADO. Había sido por necesidad, pero aún así.
Creo que se me derrite le cerebro.
-¿Ciel?- mi abuela me miraba preocupada
-¿Eh? Ah! si perdona te sacamos ya-
-Genial, esta noche cenamos todos juntos, espero que le guste el pollo Señor Polafnokoski-
-Sera todo un honor, y por favor, llámeme Yatoslaf-
 Espera, espera,espera ¿Se venía cenar? Oh Dios, que alguien me despierte.
-Daemon-
-Dime-
-Sácame de aquí-
-Si, creo que será buena idea-
Después de aquella tarde de locos, pensé que nada me podía ya sorprender,
que equivocada estaba.



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