Capitulo 3: Servilletas y Derrapes

~DAEMON~

Entré en el restaurante junto a los demás, el sitio no estaba nada mal y había oído que el sushi era el mejor de la zona.Aunque siendo sincero, no estaba allí por el sushi. Estaba allí por Ciel. Tras conocerla hace un mes en una de mis escapadas de la prensa, ella se había convertido en alguien indispensable.Ser famosos es un coñazo cuando quieres pasear un rato y despejarte, por eso me cubro como un esquimal y uso mi seudónimo,Jace (si Ciel se entera que ese era el nombre de una tortuga que tenía, se va a estar riendo de mi años)Por una parte es muy molesto el ir tan tapado pero si no fuera así: Uno, la prensa me perseguiría y, Dos, seguramente ya habría besado a Ciel. 
Esa chica es todo un peligro con ese largo pelo negro, ojos grises como el mercurio y unos labios pálidos que me gustaría mordisquear hasta dejarlos rojos.Y ella sin saber como me hace reaccionar. Me encantaría poder contarle quién soy, pero eso le traería muchos problemas. Una chica a la que reconozco como Ringo, la mejor amiga de Ciel, nos lleva hasta una mesa con unas vistas impresionantes.Tras esto sale corriendo hacia las cocinas.Me pregunto cuando vendrá Sky, estoy seguro de que puedo conseguir que se sonroje, se ve muy mona con las mejillas rosadas y tartamudeando cuando se pone nerviosa.En serio, debería de dejar de pensar en ella.
-Daemon, joder,¿en que coño estas pensando?- suelta Grey golpeando mi hombro-¡Oh!¡Ya se~!Es en la chica- dijo empezando a reírse- Tio, estás más pillado por ella... -
A si, el bocazas de mi mejor amigo.Es un buen tio y toda esa mierda pero le gusta mucho trolear a la gente.
-Cállate cabronazo- gruñí frunciendo el ceño- al menos tengo alguien en quien pensar, Señor-Soy-Mas-Casto-Que-Un-Cura- me reí en su cara.Fue en ese momento cuando vi a Ciel y a su amiga Ringo asomándose por la puerta de la cocina.Se estaba mordiendo el labio y la coleta alta dejaba ver su cuello, el cual me gustaría recorrer con la lengua y dejar algún chupetón que otro. Sonreí.Se que soy un cabrón, pero no puedo desperdiciar oportunidades como estas,coloque mi sonrisa de ligar y,
-Perdona,la que se asoma por la puerta, ¿nos sirves unas bebidas y te sientas con nosotros?- dije llamando su atención.Los ojos de Ciel se abrieron ante la sorpresa de ser pillada, y boqueaba como un pez al no saber que hacer. Repentinamente, empezó a sangrarle la nariz y esta salió corriendo al baño. 
Me incorporé rápidamente sorprendido por su reacción.
-Tio D, te has pasado- dijo Clover entre risas.
-Aunque hay que decir que está superbuena- respondió a su vez Ace.
-Ni se te ocurra acercarte a ella, es mía- le solté, mirándolo de forma asesina.Aunque llevaba razón, aquellos vaqueros negros ajustados le hacían un culo de miedo, no me importaría comprobar si era tan firme como parecía, como tampoco me importaría acariciar la franja de piel pálida que se mostraba entre el borde del pantalón y la ajustada camiseta blanca.Bueno, y ayudarla a cambiarse si se había manchado tampoco. 
Tenia que controlarme, si no acabaría pensando en todas las cosas que le haría,que no son para menores y menos para pensarlas en un sitio público,podría conllevar muchas consecuencias.De esas que no quieres que te pasen delante de la gente.

Unos instantes después, Ciel reapareció, se acercó a nuestra mesa y sacó la libreta donde apuntar los pedidos.No había emoción alguna en su rostro, dándole un aire solemne.Como si el sangrado de nariz nunca hubiera pasado.Si no la conociera diría que es alguien frió y poco simpático, pero se que en realidad solo estaba muy nerviosa, siempre se volvía un tempano en situaciones como aquella y , la verdad, daba el pego.
-¿Querían pedir algo?-
-Con que eres Ciel...- dijo Grey dándole un repaso con la mirada- No estás mal-
-Disculpa, pero no estoy en el menú, Señor Engominado...-respondió esta fríamente.
Bueno, puede que no este en el menú, pero yo sin duda me la comería.
-Uuuuuy, que arisca,¿quieres jugar gatita?-dije apoyando los codos en la mesa e inclinándome hacia ella.
-Lo siento Copito de nieve, ahora estoy trabajando- respondió ella a su vez, inclinándose ligeramente hacia mi.Cuando nuestros ojos se encontraron, vi sorpresa en ellos.Mierda.No me acordaba de que ella si sabía como eran mis ojos, aunque no era eso lo que me preocupaba.Me aparté rápidamente de ella y me puse las gafas de sol. Eso había estado cerca, por un momento había tenido aquellos labios que tanto deseaba a escasos centímetros de los míos, y había podido notar su aliento caliente y con olor a dulce mezclándose con el mio.Aquellos labios que parecían decir, bésame,¡bésame!.Ay que peligro.El resto del grupo me dirigió una mirada significativa y yo tuve que reprimir las ganas de sonreír.
-A-Al final,¿Vais a querer algo?- parece que mi cercanía la había afectado tanto a ella, como la suya a mi.
-Si, trae vino del mejor para todos, y unos platos de degustación de lo que tengáis- respondió Clover
-Perfecto, si necesitáis algo más, por favor avisar a cualquiera de nosotros- tras decir esto, Ciel se giró y se fue derecha a la cocina.Tenía la sensación de que quería alejarse lo más posible de nosotros.
-Vaya, vaya¿Y esa tensión sexual de hace un momento?- rió Ace divertido.¿De verdad se había notado tanto que quería besarla?¡Venga ya!
-A que no sabéis quien se va después de comer a intentar conquistar a su chica...- susurro Grey divertido. Clover y Ace me miraron con una sonrisita que no me gustaba un pelo.La verdad es que estaba deseando que fuera la hora ya. La iba a llevar en moto.Solo el pensar que la iba a tener pegada a mi espalda y apretándome con sus muslos por la velocidad, hacía que esperara la salida como un perro sediento agua.
Pensaba derrapar mucho en las curvas...
Decididamente esa chica me volvía loco.Iba a acabar en el infierno con todos las imágenes que mi mente formulaba cuando la veía.Que mal voy a terminar.

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